Las fuentes de interferencias más comunes son
Humedad elevada en el aire (por ejemplo, durante la ventilación o procedente del cuarto de baño)
Vapor al freír
Grandes fluctuaciones de temperatura (por ejemplo, durante la ventilación)
Evite estas fuentes de interferencias.
Los remolinos de polvo, animales y suciedad también pueden ser una causa. Desmonte la alarma de humos una vez al año y aspírela.