Esto puede deberse a varias razones. A continuación le indicamos las más comunes:
- Fatiga del material debida al envejecimiento y al uso frecuente.
- Conmutación de cargas inductivas muy elevadas (motores, relés, bobinas, electroimanes, etc.).
- Altas corrientes de entrada procedentes de fuentes de alimentación (ordenadores, portátiles, etc.). El disparo de fusibles también es un fenómeno común en este caso. Para resolver el problema, recomendamos utilizar un limitador de corriente de irrupción en forma de adaptador. Puede conectarlo a la toma de corriente y luego enchufar la regleta. De este modo se reducen las altas corrientes de irrupción a un nivel saludable.